viernes, 29 de junio de 2012

Dia Mundial del Sueño Feliz

Durante mi embarazo mi marido y yo fuimos a visitar varias tiendas para encontrar un buen moises y una buena cuna para nuestro bebé. Vimos muchas y por suerte, nuestra indecisión y falta de presupuesto hizo que no compráramos ninguna. Al final, el moisés me lo dejaron y la cuna la compramos en Ikea porque eran mucho más baratas y sencillas.
No sé porque no sentíamos la necesidad de montar la cuna e íbamos posponiendo la decisión para más adelante. Total, que me puse de parto y aún no teníamos montado nada. En casa mis padres, que es donde iria después de dar a luz, ya hacia tiempo que tenian preparado el moisés para el bebé.

Pero nació Guerau y lo cambió todo. Giró mi mundo, mis ideas preconcebidas. ¿Cómo iba yo a dejar a esta cosita tan pequeña e indefensa sólo, alejado de mi? Ya en el mismo hospital colechamos y yo aún no conocia la existencia de esta palabra. Fue instintivo.

A los pocos dias de nacer. Que placer despertarse y verlo! 




Y hemos colechado juntos hasta ahora, que tiene 16 meses. Y lo vamos a seguir haciendo hasta que él esté preparado para "independizarse" de cama.


Me encanta dormir con él: cuando se despierta en medio de la noche y me pide teta para volverse a dormir, cuando sólo con tocarme se queda tranquilo, cuando rie en sueños y me despierta con sus risas, cuando le controlo la temperatura con mi cuerpo si tiene fiebre, cuando por las mañanas me regala un beso y una sonrisa, cuando se despierta a media noche para cantar un par de canciones, cuando lo veo dormir tranquilo y a gusto...


Estos motivos, junto a los perjuicios que conlleva dejar llorar sólo a un bebé, me llevan a posicionarme en contra del método Estivill, que aboga por un adiestramiento de los pequeños sacrificando su bienestar emocional. 
Los despertares nocturnos en los bebés son totalmente normales, que los pequeños quieran dormir acompañados es completamente normal, que pidan teta o alimento por la noche es normal...  y este señor se está lucrando a costa de des-normalizar comportamientos y querer volver a normalizarlos a conveniencia del adulto. O sea que ya basta. No me extenderé en contar las consecuencias de los métodos conductistas ni en los beneficios del colecho, me limito a contaros mi experiencia y a animaros a visitar los siguientes enlaces en los que está muy bien explicado:

Buenas y acompañadas noches!



Pasan a visitarme...

Blogs que sigo