jueves, 30 de agosto de 2012

Plastilina!


Hoy hemos hecho plastilina casera, siguiendo la receta del blog Para mi peque con amor.

Es una receta sencilla, sin cocción y que se prepara rápidamente con ingredientes que solemos tener por casa. El resultado es espectacular: queda una masa consistente pero flexible, manejable y muy agradable al tacto. Me ha encantado, y  Guerau ha disfrutado de lo lindo haciendo churros y jugando con las formas que le hacía con los cortadores de galletas!

La receta es la siguiente:
1 taza de sal
1 taza y media de harina (yo he puesto 3, para me quedara consistente)
4 cucharadas de aceite de oliva
4 cucharadas de bicarbonato
1 taza de agua
Colorante alimentario (quizás he puesto poco, pero queda bien de todos modos)
 
Esta plastilina debe guardarse en la nevera y en principio debería durar unas 3 semanas!
 
Probadlo y ya me contaréis! :)

sábado, 25 de agosto de 2012

18 meses!

Hace tiempo que no escribo, y es que me he tomado unas pequeñas vacaciones del mundo 2.0 aprovechando que hacíamos una escapada familiar, durante la cual hemos celebrado los 18 meses de Guerau. Como pasa el tiempo!
Cada día es un nuevo descubrimiento y aprendizaje y todo le fascina y le deja maravillado.

La comprensión de Guerau ha aumentado exponencialmente y ahora lo entiende prácticamente todo, hasta el punto que debemos cuidar lo que decimos delante suyo. Que lo entienda no quiere decir que siempre esté de acuerdo, y nos lo hace saber con la palabra por excelencia del último mes: NO.
O sea que estamos en constante negociación, yo expongo los hechos, él dice que no, yo le explico mis motivos y él cede o bien vuelve a decir que no. Algunas veces pactamos una solución intermedia y otras tengo que ejercer de autoridad (como en los cambios de pañal, que son "nononononononononono").

A nivel de lenguaje se hace entender bastante e intenta repetir todo lo que escucha. Hay días que está muy hablador y otros que no mucho. Lo que nunca falla es el cantar. Canta a todas horas y muchas veces se comunica cantando, como cuando quiere ir a dormir que canta una nana y señala las escaleras para subir a la habitación.

Con la alimentación estamos un poco estancados. No sé si lo hace el verano y el calor, pero últimamente come muy poco y casi no quiere probar nuevos alimentos. Me pide mucha fruta, teta y agua, que supongo que es lo que necesita.

A nivel motriz hay días que se hace el temerario y nos hace sufrir un poco, aunque en general es bastante diestro en todo lo referente a movimiento. Corre, salta, sube y baja los escalones (3 o 4) sin ayuda, camina de puntillas y talones, hacia atrás, con los ojos cerrados, baila, sube y baja de pie todas las rampas que encuentra... y va experimentando.
 

Le encanta ver a la gente que conoce, como los abuelos, los tíos, sus amigos del pueblo... y se muestra atento y amoroso. Le gusta mucho mirar cuentos, ver animalitos, pintar, jugar en el arenal, ir a la piscina, visitar nuevos lugares, jugar con coches....

Lo que noto es que como hemos pasado dos meses de prácticamente 24 horas juntos, vuelve a estar muy pendiente de mí y me busca a todas horas. No le gusta nada perderme de vista, lo que me preocupa especialmente porque dentro de una semana nos tendremos que separar unas horas al día (aunque con lo que van recortando en educación quizá este problema no lo tengo ... y tengo otro!). En fin... la verdad es que estoy un poco angustiada por si lo tenemos que  llevar a la guardería y para ver cómo responde (él y yo). Ya lo veremos ...

 

Hemos pasado un muy buen verano disfrutandonos y disfrutando de nuevas experiencias. Felices 18 meses, pequeño!

domingo, 12 de agosto de 2012

"Dile que le quieres", por Laura Gutman


Uno de los primeros artículos que leí de Laura Gutman. Es precioso y creo que debemos tenerlo en mente siempre. Gozad de la lectura!
Cerremos los ojos y recordemos lo más hermoso que nos han dicho nuestros padres: Princesa…rey de la casa…mi vida…eres un encanto…cariño…mi corazón…mi amor…mi cielo…qué guapo…qué listo…
¿Estamos sonriendo?

Tal vez algunos de nosotros no logremos traer estos recuerdos, y en su lugar aparezcan sin permiso otros: qué tonto eres…pues sólo sabes mentir…que si sigues así se lo diré a tu padre…eres malo…no te quiero… ¿acaso no comprendes?... ¿eres sordo?...distraída como su madre…
¿Estamos compungidos?

Lo que nuestros padres -o quienes se ocuparon de criarnos- hayan dicho, se ha constituido necesariamente en lo más sólido de nuestra identidad. Porque somos los adultos quienes nombramos cómo son las cosas. Por eso lo que decimos, es.

El niño pequeño no pone en duda lo que escucha de los mayores. Puede ser doloroso o gratificante, pero en todos los casos, la interpretación de los adultos es absolutamente certera para el niño que aprende a traducir al mundo a través del cristal de los mayores.

En este sentido, la intención con la que hablamos con los niños es importante. Si los amamos de verdad, seguramente nuestras palabras estarán cargadas de sentimientos cariñosos y suaves. Pero si estamos llenos de resentimiento, destilaremos odio aún cuando los niños no tengan nada que ver.

Es verdad que hay situaciones donde el niño se equivoca o hace algo inadecuado. Pues bien. Una cosa es conversar sobre eso que “hizo” mal, y otra cosa es que ese acto lo convierta en alguien que “es” malo. Sólo nuestro rencor puede confundir entre lo uno y lo otro. Si el niño, de tanto escuchar a sus padres diciendo lo mismo, se convence de que es malo, quedará atrapado por ese circuito donde “es” en la medida que es malo, y para ser malo, tiene que seguir haciendo todo lo que haga enfadar a sus padres. En ese punto, ha perdido toda esperanza de ser amado sin condiciones.

Para el niño “eternamente malo a ojos de sus padres”, siempre aparecerá otro individuo que actuará el personaje opuesto: “el eternamente bueno”. A veces es alguien tan cercano como el propio hermano o hermana, u otra persona muy próxima a la familia. Allí, en ese personaje, -no importa qué es lo que haga- recaerá toda la admiración y será nombrado por los padres como alguien “bueno, inteligente y listo”. Esta es la prueba fehaciente de que no se trata de lo que cada uno es o hace, sino de la necesidad de los adultos de proyectar polarizadamente, nuestros lados aceptados y nuestros lados vergonzosos en otros individuos, para no hacernos cargo de quienes somos. Y también para dividir la vida en un costado bien negro y en otro bien blanco, de modo de tener cierta sensación de claridad. Que por supuesto no es tal.

Parece que los adultos necesitamos mostrar todo lo que los niños hacen mal, cuán ineptos o torpes son, para sentirnos un poquito más inteligentes. Es una paradoja, porque al actuar de esta forma, es obvio que somos increíblemente estúpidos.

Sin embargo las cosas son más sencillas de lo que parecen. Decirles a los niños que son hermosos, amados, bienvenidos, adorados, generosos, nobles, bellos, que son la luz de nuestros ojos y la alegría de nuestro corazón; genera hijos aún más agradables, sanos, felices y bien dispuestos. Y no hay nada más placentero que convivir con niños alegres, seguros y llenos de amor. No hay ningún motivo para no prodigarles palabras repletas de colores y sueños, salvo que estemos inundados de rabia y rencor. Es posible que las palabras bonitas no aparezcan en nuestro vocabulario, porque jamás las hemos recibido en nuestra infancia. En ese caso, nos toca aprenderlas con tenacidad y voluntad. Si hacemos ese trabajo ahora, nuestros hijos -al devenir padres- no tendrán que aprender esta lección. Porque surgirán de sus entrañas con total naturalidad, las palabras más bellas y las frases más gratificantes hacia sus hijos. Y esas cadenas de palabras amorosas se perpetuarán por generaciones y generaciones, sin que nuestros nietos y bisnietos reparen en ellas, porque harán parte de su genuina manera de ser.

Parece que nuestra generación es bisagra en la evolución de la sociedad occidental. A las mujeres nos toca aprender a trabajar y lidiar con el dinero. A ser autónomas. Nos toca aprender sobre nuestra sexualidad. A re aprender a ser madres con parámetros diferentes de los de nuestras madres y abuelas. Y nos toca aprender a amar. Por eso es posible que sintamos que es un enorme desafío y además es mucho trabajo, esto de criar a los niños de un modo diferente a como hemos sido criadas. Es verdad. Es mucho trabajo. Pero se lo estamos ahorrando a nuestra descendencia. Pensemos que es una inversión a futuro con riesgo cero. De ahora en más… ¡sólo palabras de amor para nuestros hijos! Gritemos al viento que los amamos hasta el cielo. Y más alto aún. Y más y más.

Laura Gutman
 

viernes, 10 de agosto de 2012

Hielo de colores

Para combatir el calor, una actividad refrescante y divertida!

Ayer preparamos hielo de colores, usando agua y colorante alimentario. Los hicimos de los tres colores primarios: rojo, amarillo y azul. Le encantó ver cómo con unas gotas de color, al remover, el agua cambiaba y se transformaba. Pasarlo a las cubiteras fue un trabajo de precisión y él se limitó a mirarlo. Con niños más grandes si que lo podrían pasar ellos a la cubitera con la ayuda de una jarrita pequeña.

Hoy los hielos ya estaban a punto! Los hemos puesto en un tupper y hacia la mesa de luz!

Al principio no las tenía todas, el hielo estaba muy frío y le quedaban las manos teñidas! Pero poco a poco le ha ido encontrando la gracia.

 

Después yo he clasificado unas cuantas piezas por colores y él ha hecho lo mismo con las que han quedado. Cogía una barra azul y la ponía en la pila amarilla y gritaba: "nononononono"! Y cuando la ponía en la pila del mismo color decía: "araaaa"!



El hielo se ha ido deshaciendo y ha querido jugar con el agua que quedaba. Con niños más grandes puede ser chulo mezclar geles y
poder observar como se mezclan para que formen los colores secundarios. Nosotros no lo hemos hecho porque creo que a Guerau no le habria interesado lo más mínimo y además quería que fuera una actividad sobre todo sensorial. O sea que el agua se ha mezclado al azar aunque se distinguia perfectamente el verde y el naranja.

Después de esta actividad ha querido pintar y hemos escogido el verde y el naranja, como las aguas de los cubitos!








sábado, 4 de agosto de 2012

Lactancia y portabebés




Los primeros meses de lactancia de un bebé se caracterizan por una demanda de disponibilidad de 24 horas. En mi caso no puedo concebir la lactancia sin un portabebés, ya que fue la clave que permitió que Guerau mamara a demanda y que yo pudiera hacer cosas en casa y salir con total tranquilidad y libertad. 
Él mamaba cuando quería y se volvía a dormir cuando estaba saciado, siempre sintiéndome cerca.
Le pude amamantar en el súper e yendo a pasear, mientras tendía la ropa y cocinaba. Fue muy práctico para mi y lo recomiendo siempre.


jueves, 2 de agosto de 2012

Lactancia y trabajo

Llegando de trabajar. 6 meses y medio.
Mi mayor preocupación cuando me reincorporé al trabajo, aunque por pocas horas, era cómo compaginarlo con la lactancia. Guerau había empezado con la alimentación complementaria pero su fuente de alimento principal continuaba siendo la leche materna. 
El cuerpo, sabio, supo adaptarse a la nueva situación. Y nos adaptamos todos: mi marido que cambió horarios y consolaba al pequeño en brazos cuando él se despertaba en busca de teta, Guerau se acostumbró a beber mi leche en un vasito y yo lidié con el sacaleches durante unos meses.

El día que estaba más horas fuera de casa, mis pechos se hinchaban y me dolían y yo echaba de menos a mi peque. Al cabo de unos meses lo seguía echando de menos, pero los pechos se autorregularon y la producción de leche se adaptó a mi horario.
Guerau aprendió que los días que yo trabajaba las tomas de las mañanas en la cama se sustituían por un vasito de leche de mamá con el desayuno. Se acurrucaba a los brazos de su padre y se volvía a dormir sin tetear. Al cabo de unos meses él mismo decidió que podía esperar a beberlo del envase original y rechazó el vaso.

Considero que nuestra relación teta-trabajo ha sido fluida y tranquila.  Pude estar los meses de lactancia exclusiva tetando a total demanda y la verdad es que aunque después tuvimos que cambiar nuestros horarios y costumbres nos pudimos adaptar bien a la nueva situación.

Sé que es posible. El trabajo se puede compaginar con la lactancia, y si hay una pareja dispuesta a echar una mano todo es más fácil. Conozco situaciones en que parecía inverosímil y se consiguió.
Sólo hay que confiar en nosotras!

miércoles, 1 de agosto de 2012

Feliz Dia Mundial de la Lactancia Materna!




Aunque un poco tarde, no queria perderme la commemoración del Dia Mundial de la Lactancia Materna 2012, que inagura que la Semana Mundial de la Lactancia Materna, del 1 al 7 de agosto.
Y para celebrarlo voy a intentar colgar una foto cada dia sobre nuestra relación a través de la teta.

Me encanta tetear con Guerau! 
Después de 17 meses la relación de Guerau con SU teta es asombrosa. En la piscina se la muestra a todo el mundo mientras grita "teta!", les lanza besos a distancia (y se que no es a mi porque las mira fijamente a ellas),  las huele y dice "mmmmm", no deja que papá se acerque ni un poquito a ellas, a veces aplaude cuando las vé (y dá un poco de verguenza cuando es un lugar público), me coloca como él quiere para tetear, las alterna a veces a un ritmo vertiginoso, las toca y sintoniza, me pide teta a plena voz....

Y yo me siento plena, gozosa, corporal, nutrida, a veces cansada, mamífera, empoderada, libre, viva. 

Feliz dia a todas las mamás lactantes y lactivistas!
Feliz dia a todos los papás que sois els sostén y apoyo en este camino de la lactancia!